Comenzando por el principio

"Una buena crítica no tiene por qué dañar a nadie, una opinión dicha de buena manera y sin insultar no tiene por qué hacer que la gente se ofenda."

jueves, 15 de diciembre de 2011

El término "gay" como insulto


Hoy, y después de mucho sin escribir, vengo no con una noticia, sino con un tema que empecé a discutir con una compañera de clase y que derivaba de otro tema. Se trata del uso del adjetivo “gay” como insulto. Bien, teniendo en cuenta que la homofobia está superada por la gran mayoría de la gente joven en general, en tanto a aceptarlos como iguales a nosotros se refiere, no entiendo, entonces, por qué muchos insultan a los que no les gustan o no les caen bien llamándolos “gays”. Quiero mostrar mi indignación ante esto, ante la hipocresía de la sociedad, ya no sólo de los jóvenes, sino de todos aquellos que se las dan de tolerantes para con los homosexuales y después van usando ese calificativo de forma despreciativa. ¿Por qué? Porque la sociedad aún no se acepta a sí misma. Puedes aceptar a los que son “diferentes” a ti pero siempre quedará esa rencilla, esa “repulsión”, ese sentimiento reacio.

He visto muchas estupideces de estas en youtube, por ejemplo, donde la gente no se corta un pelo para insultar y sacar basura por la boca como descosidos. No mencionaré nombres pero sí un caso en particular (De todos modos sabrán de quién se trata), porque es el que recuerdo, el más reciente, o mejor dicho, el más continuo. Se trata de un escándalo, porque sí, no es como los de revistas del corazón como Hola o Pronto, pero son un verdadero escándalo que la gente se toma demasiado a pecho. Personas que defienden a un crío que tiene la fama subida a la cabeza, personas cuerdas que defienden lo suyo de forma civilizada y, después, está el resto: Los “renegados”. ¿Cómo tiene la gente la poca decencia de llamar a alguien “gay” porque no les gusta? Resulta incomprensible el porqué de estos “arranques”. Poniéndonos en el mal lugar de recurrir a los insultos en lugar de a una crítica, ¿No hay suficientes como para tener que acudir a esos vocablos que se usan para determinar la sexualidad de una persona y no para desprestigiar a otra o hacerla sentir mal comparándola con alguien de dicha orientación sexual? Es decir, no me refiero a que llamándolos así quiten prestigio al objetivo, sino al hecho de que lo usen con ese sentido.

Por todo esto, y para finalizar, a los que hacen esto les digo: “Tengan un poco de cerebro y esfuércense en hacer una crítica constructiva, no es lo mismo el odio que la indignación, y no usen los términos equivocados para las situaciones inadecuadas. No sean hipócritas.”; y a los que sufren de esto, les mando el siguiente mensaje: “No se ofendan, no es ningún calificativo que deba ofender, todos somos personas, y sé que aún hay muchas que no aceptan esta sexualidad porque es algo “diferente”, algo que desconocen, y que por eso ustedes pueden sentirse incómodos al ser llamados así ―sean o no de esta orientación sexual―, pero lo único a lo que hay que “despreciar” es a los psicópatas asesinos, violadores y demás escoria humana que puebla este mundo cruel y despiadado.”

Y díganme ¿Qué piensan ustedes?

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